Conferencia de Jonathan Malagón González

Por Orlando Rojas Pérez – En el marco del primer congreso en Latinoamérica Fintech para la Inclusión Financiera, organizado por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Postales -Asopostal- que preside Juan Andrés Carreño Cardona, asistimos, sin lugar a duda, a la mejor conferencia de todas, la que dictó Jonathan Malagón González vicepresidente de Asobancaria, titulada: El rol de la banca en la Inclusión Financiera Digital.

 

CONFERENCIA MUY APLAUDIDA
Las conclusiones de la conferencia fueron:

- Los dos principales retos en materia de Inclusión Financiera son: i) lograr que el 100% de los adultos del país cuenten con al menos un producto financiero y ii) lograr mayor profundización del crédito.

- La banca colombiana sobrevivirá a la transformación digital, tanto por su resiliencia histórica como por su capacidad de innovación.

- El sector financiero ha entendido que la innovación debe ser la principal estrategia para afrontar la nueva era digital. La mayoría de entidades ya cuenta con un presupuesto definido para la innovación, así como con estrategias institucionales de innovación.

- El desarrollo tecnológico ha permitido la creación de nuevos canales y productos, así como un mejor entendimiento del cliente. Lo anterior ha facilitado el acceso de la población al sistema financiero.

 

TEXTO COMPLETO DE LA CONFERENCIA DE JONATHAN MALAGÓN GONZÁLEZ:


Jonathan Malagón González vicepresidente de Asobancaria.

Si hay un sector que abraza de manera entusiasta lo que está ocurriendo en esta industria, son los bancos. Entonces el primer mensaje… a mi me molestan, deben estar superpreocupados en la Asociación Bancaria, en los comités, con toda la transformación digital y con la Fintech y, lejos de eso más que preocupados, estamos ocupados, dedicamos buena parte de nuestro tiempo a pensar cómo podemos facilitar lo que al final del día todos queremos. Insisto, me encanta y agradezco que nos inviten a estos foros, porque todos los que estamos aquí de las industrias convergentes, trabajamos por exactamente lo mismo, por tener más colombianos vinculados al sistema financiero, sacarlos del sistema financiero informal, vincularlos al sistema financiero formal y facilitarles, por lo tanto, la toma de decisiones de consumo e inversión.

Lo que sí, y con esto empato con la pregunta que le hacían al ministro al final, es que muchas veces se confunden la posición de la banca con aparentes bloqueos, aversión a la llegada de nuevos actores. La posición de la banca siempre ha sido que debemos salvaguardar lo que hemos conseguido hasta ahorita, el ministro de las TIC hablaba de construir sobre lo construido y por supuesto que tenemos muchos retos, esta presentación mía, es para ponerle números y dimensionar los retos que tenemos como industria.

Pero lo cierto es que también hemos avanzado mucho y lo que hemos avanzado no ha sido fácil, ha sido un trabajo de muchas décadas, de muchos lustros, que han permitido que Colombia hoy tenga unos niveles de inclusión financiera, donde nos falta mucho por hacer, pero que son buenos, pero sobre todo cuando hablo de salvaguardar, tenemos un país muy estable financieramente; tenemos un país que no es sujeto de corridas bancarias, tenemos un país donde no se le pierde la plata a los ahorradores, tenemos un país que sale de primero en el mundo, antilavado de activos.

En 1991, cuando todavía no existía regulación antilavado de activos, ni siquiera en Estados Unidos, Colombia ya tenía autorregulación al respecto, llegó 10 años antes que la regulación, la política de la industria, y con mucho esfuerzo en un país que ha tenido corrupción, narcotráfico, guerrilla y todos los problemas que quieran, hoy somos el país emblema de la región en la lucha contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo, eso es algo que no podemos perder bajo ninguna circunstancia.

Ahora sí, entrando en materia el propósito de esta presentación es contarles cuáles son los retos que nosotros vemos en el país en términos de inclusión financiera, cómo creemos que vamos a cerrar el 2018; qué nos preocupa…Todos aquí estamos de acuerdo que nos falta mucho, vamos a ponerle números a eso que tanto nos falta y les quiero contar muy brevemente cómo nos estamos preparando, tanto los afiliados a la Asociación Bancaria como desde el mismo gremio para afrontar este, más que el desafío digital, estas nuevas oportunidades que tenemos de mercados.

Lo primero es que el concepto de inclusión financiera ha cambiado en el tiempo, cuando uno revisa la literatura, aquí está la doctora Beatriz Marulanda; el concepto de inclusión financiera que se viene trabajando desde los ochentas ha cambiado en el tiempo, durante muchos años todos los académicos entendían por inclusión financiera, cuando hablaban del desarrollo financiero de un país, lo confundían con profundización, qué tan grande es el crédito como tamaño del producto, esa es la primera dimensión.

Luego se empezó a hablar de cobertura, salió una literatura muy importante que hablaba que la cercanía era el principal driver para que la gente accediera a los servicios financieros y producto de todos esos estudios, la cobertura se convirtió en un objetivo de política. Luego se habló del acceso, que la gente tuviera al menos un producto, luego tener el producto no es suficiente si no se usa; cuarta dimensión hay que usarlo y una quinta dimensión es que no basta con tener un producto y usarlo, si el producto es simplemente una cuenta de ahorros, lo que nosotros llamamos producto por el lado del pasivo, pasivo para el banco, pasivo para el cliente, sino que lo que ayuda verdaderamente a que la gente transforme sus vidas es la bancarización por el lado del activo, por el lado del crédito.

¿Cuál es la ventaja de que las personas puedan acceder al sistema financiero?, que puedan suavizar consumos, que cuando tienen una eventualidad puedan manejarla de muchas mejores formas, sobre todo las personas más pobres en la base de la pirámide, sin que esto implique caer en trampas de pobreza, ni destruir los activos que hayan podido construir en el tiempo. Es tan importante como el ahorro, el crédito, entonces una última dimensión donde están los países más desarrollados es poner metas, no de cuántas personas tienen una cuenta de ahorros, sino de cuántas personas tienen crédito y por supuesto en la medida en que ha ido evolucionando en la literatura, estas dimensiones casi que son recursivas hay que alcanzar una para pasar a la siguiente; también ha ocurrido lo propio con las políticas de gobierno, y en la medida en que el país va avanzando, nos vamos moviendo de metas de la primera hasta la quinta.

De hecho yo esperaría que en el próximo plan de desarrollo, sea quien sea el presidente, no estemos hablando de personas con al menos un producto financiero, que estemos hablando de metas de uso y metas de crédito. La meta del próximo gobierno ya no tiene que ser que llegamos al 100% de adultos con al menos un producto financiero, tiene que haber una meta de crédito, personas que tengan acceso a crédito.

¿Cómo está Colombia en esas dimensiones? En la primera, en profundización, 49% del PIB, ese 49% del PIB, ¿es un número bueno o malo? Respuesta, es un número malo, un número insuficiente, es un número que ha venido creciendo en el tiempo, toda vez que la cartera crece más que el producto, y si se compara contra los niveles del 2004, la evolución parece sorprendente, un país que tenía 17% del PIB como cartera que llegue casi al 50%, parece una historia de éxito. Sin embargo, cuando comparamos Colombia contra nuestros pares, los niveles de profundización financiera de este país siguen siendo bajitos.

Uno a veces escucha voces que dicen, que qué peligro que la cartera crezca en momentos de desaceleración mucho más de lo que lo hace el producto. La respuesta nuestra siempre ha sido, eso sería peligroso si fuéramos un país con niveles de profundización financiera del 80%, pero en Colombia la cartera siempre tiene que crecer por encima del producto o por lo menos hasta que alcancemos los niveles naturales para nuestra economía. ¿Cuáles son los niveles sanos en los que deberíamos estar? Eso lo estimamos en el Asociación Bancaria y nos dio que esos niveles son del orden del 57, 58%, si Colombia tiene 58% de crédito, está a niveles que se encuentran en línea con su nivel de desarrollo, y no solamente es una correlación entre su PIB per cápita y su cartera, sino con varias variables incluso institucionales. Hay un documento que los invito a leer que publicamos hace unos meses donde se hace este cálculo, entonces 49% es bueno, suena bien pero debemos estar casi del orden del 60%, es decir nos falta mucho por crecer todavía en crédito.

Segundo, cobertura, parece que la historia de cobertura fuera también una historia de éxito si uno mira la tendencia hasta no hace mucho, en el 2008, el 20% del país no tenía presencia del sistema financiero formal, desde el 2015 el 100% de los municipios del país tiene presencia del sistema financiero formal. Bien sea las entidades de manera directa, oficinas, cajeros o corresponsales bancarios; esto fue un propósito de política, esto se lo propuso Banca de Oportunidades, por aquí está la doctora Juliana y es un gran éxito, lo logramos, 100% de los municipios tienen presencia de al menos una entidad bancaria de manera directa o por corresponsales.

Sin embargo cuando uno mira la densidad, si uno creyera que la cobertura es un propósito en sí mismo, lo cual está muy cuestionado en esta era digital, encuentra que hay zonas del país que están muy densamente pobladas de entidades financieras y otras donde cumplimos la meta con una entidad financiera, entonces chuleamos el municipio pero en realidad no existe una presencia masiva del sistema financiero, y si uno sigue creyendo que la cercanía ayuda a que la gente se vincule más, si uno sigue creyendo que eso es relevante en la era digital, pues ahí tenemos un desafío en materia de densificación.

Tercero, acceso, está es la meta capital del gobierno, las personas, los adultos que tienen al menos un producto financiero, este número de 78%, otra vez si uno lo mira en perspectiva histórica y lo compara contra el 2008, parece que la historia es impresionante, parece una historia de éxito y aquí hubo mucho trabajo para llegar a estos niveles. Sin embargo, parece que no vamos a cumplir la meta que nos pusimos en el Plan Nacional de Desarrollo, que es terminar el próximo año con un 84% de la población con al menos un servicio financiero y, lo que más nos inquieta es que no todos los que tienen ese producto, lo usan. Cuando uno mira los indicadores de uso, buena parte de esas cuentas son inactivas, de hecho, porcentaje de cuentas activas, 42%, muchas personas accedieron al sistema financiero por una vez, para poder recibir sobre todo transferencias desde la nación, subsidios, y la cuenta lleva varios meses sin usarse. ¿Puede considerarse que esa persona es efectivamente alguien incluido financieramente? Yo pensaría que no, eso no quiere decir que estaba mal puesta la meta en el 2014, estuvo bien que el gobierno se trazara en el 2010 que muchas personas tuvieran acceso a un producto financiero formal y eso fue importante, ahora lo importante es que lo usen, y en el 2018 la meta no puede ser tomar este 78 o 82% en el que terminemos y llevarlo a 90%.

La meta tiene que ser que el uso de lo que tengamos aquí llegue a niveles del 80 o el 90%, que la gente esté verdaderamente vinculada al sistema financiero, es más, cuando uno hace mediciones no por el lado de la oferta de las centrales de riesgo sino por el lado de la demanda y le pregunta a la gente si tiene relación con el sistema financiero, miren qué triste, el que recibe un subsidio por Familias en Acción, mayoritariamente contesta, no yo no soy cliente del banco, así lo reciba a través de la transferencia, ese es el canal por el cual recibe. Pero cuando las mediciones son de demanda y se le pregunta a la persona, se consideran a sí mismos excluidos financieramente, una persona que se considere excluida financieramente no está incluida financieramente. Si una persona no cree que hace parte del sistema, pues no hace parte del sistema, es así de simple.

Y finalmente, esta es la última dimensión, donde tenemos más para trabajar y dónde creo que deberíamos enfocarnos y obsesionarnos como país, es la bancarización del crédito, la bancarización por el lado del activo. Estos datos son viejos hasta ahora va a salir el nuevo global Fintech. Pero de cada seis colombianos, cinco no tienen crédito, ese es un número impresentable, ese es un número muy malo.

Deberíamos insisto reforzar todas las baterías como gobierno, como industria, como todas las industrias que trabajamos en lo mismo para que efectivamente irriguemos más crédito, la gente tenga alternativas de crédito distintas al gota -gota.

Muy bien, ¿cómo creo que vamos a cerrar el 2018? No vamos a mejorar mucho en cartera sobre PIB, eso va a ser como el 53%, en cobertura afortunadamente nos mantendremos en el 100%, acceso, ahí soy optimista diciendo que llegaremos al 84%, esa es la meta, creo que no estaremos en el 84% estaremos más bien cerca al 82%.

Todo esto para decirles que el gobierno cierra con inmensos desafíos, un trabajo muy grande en todas las dimensiones, venimos de un nivel muy bajito, hemos trabajado mucho para llegar donde estamos, pero en todas todavía tenemos mucho por hacer.

Ahora lo que les quiero contar en los últimos minutos que me quedan, es qué está haciendo esta industria para preparar, porque a veces parecería que en la revolución de las Fintech, el desarrollo del sistema financiero con los nuevos jugadores se da necesariamente a costa del sistema financiero formal y lo que les quiero decir es que no es así, y en Colombia no va a ser así. Por dos razones, la primera es conceptual, este no es un juego de suma cero, aquí no es que van a entrar unos nuevos jugadores y que van a ganar espacio, y que ese espacio lo van a perder los bancos y lo bancos tienden a extinguirse, eso no va a pasar, vamos a tener un mercado más grande. Si algo permite todos los nuevos jugadores que vengan a esta industria y que cooperen con los bancos tradicionales, y que trabajemos juntos por lo mismo y que compitamos lo que tengamos que competir, si algo va a permitir es que el mercado sea más grande, entonces no va a ser un crecimiento a costa de nosotros.

Entonces los bancos no están viendo desde la barrera cómo ocurre la transformación digital, sino que están trabajando muy fuertemente para participar en estas nuevas condiciones de mercado. Esto es 2016, datos del 2016, en medios de pago, ¿ustedes saben cuántos productos nuevos estaban desarrollando nuestras entidades financieras aquí en Colombia? Entidades que desarrollaron innovaciones: 16, casi todos los bancos estaban trabajando innovaciones en medios de pago, innovaciones reportadas: 37; 16 bancos trabajaron en 37 soluciones de medios de pago nuevas el año pasado, no es que las venía arrastrando desde el 2015, en sólo 2016 ese es el volumen de nuevos productos que tenemos y así para lo que quieran ver; por productos de crédito: 35, por productos de ahorro: 14. Algunas de estas son innovaciones incrementales, otras se pueden considerar innovaciones disruptivas y los números de las innovaciones disruptivas también son muy importantes, en general son de dos dígitos tanto en medios de pago, como en productos de crédito, como en productos del ahorro, hay por lo menos diez nuevos productos en solamente un año.

Si los bancos están sacando en cada una de estas dimensiones de a diez productos por año en el 2016 y la tendencia de esto es creciente, lo que revela es que el sistema financiero está invirtiendo muchísimo dinero y todo su esfuerzo y energía, en traer a los clientes nuevos productos, y por primera vez ocurrió algo en nuestras encuestas, cuando uno le preguntaba hace unos años a líderes de opinión, a clientes del sistema financiero, a empresarios en general, ¿cómo concebían el sector financiero y cuál creía que era su principal atributo?, ¿saben históricamente cuál era el principal atributo que la gente concebía en el sector financiero? Que era un sector financiero sólido, lo que el país más le valoraba a la banca colombiana en los noventas, es que era una banca colombiana sólida. Lo que el país más nos valoraba en el 2005, era que éramos sólidos, rentables; lo que más nos valoraban en el 2010, es que éramos sólidos; lo que más nos valoraban en el 2015 es que éramos sólidos; ahora siguen reconociendo la solidez pero el principal atributo que destacan del sistema financiero es la innovación, eso nunca nos había pasado y eso nos pasa cuando le preguntamos a nuestros clientes; ¿usted qué cree de su banco? Que mi banco es muy innovador; diga algo entre todas las cosas que puede decir de su banco, ¿cuál es el principal piropo que le puede echar a su banco? Que es muy innovador.

Listo preguntémosle a los líderes de opinión, ¿ustedes qué creen de su banco? Es muy innovador. Por primera vez en la percepción del cliente, esas inversiones de las que les hablaba en la lámina pasada han logrado permear la percepción colectiva sobre lo que estamos haciendo en esta industria. Trabajamos en canales, trabajamos en productos; todavía estos números no son los que queremos ver. Quisiéramos que esta barra azul fuera cada vez menor y que las transacciones en oficinas no fueran el 44%, sino que fueran el 10 o el 15%. Sin embargo, la tendencia es muy positiva; los canales como Internet, los canales no presentes cada vez toman una participación mucho más grande dentro del unitario de transacciones de los colombianos, esa es una tendencia que se va a seguir consolidando en el tiempo.

De hecho cuando uno mira por ejemplo, la banca móvil, entre todos los países de la región, en ninguno ha crecido más la banca móvil que en Colombia. Colombia es el país número uno en crecimiento de la banca móvil y por lo general, cuando uno es el número uno en crecimiento, no lo es en calidad, porque si uno crece a costa de la calidad, crece y después mira cómo lo mejora; pero cuando los ponen a calificar a los usuarios, la experiencia de banca móvil en números no es buena, 3.8 es la calificación más alta que tenemos en toda América Latina.

Entonces somos en los últimos años el que más ha crecido en transacciones de banca móvil y somos el que perciben los clientes como la banca móvil de mejor calidad en toda la región. También en productos acompañados por la regulación, tenemos depósitos electrónicos y los números no son tímidos, esto no empezó el año pasado, esto empezó hace muchísimo tiempo, hay casi 4.000.000 de depósitos electrónicos los que hoy tenemos en Colombia y las cuentas de ahorro de trámites simplificados, crecen a la bobadita de un gradiente de 41%.

Estamos incursionando en estos nuevos productos y estamos trabajando muy fuertemente y tecnología toda esta con la que ustedes están familiarizados, que cada día sale una nueva, esto es como cuando uno empieza a leer, Cien Años de Soledad, que le dicen que el mundo era tan nuevo, que había tantas cosas que uno no conocía que tocaba señalarlas con el dedo, aquí pasa lo mismo, cada rato sale una nueva tecnología. Entonces nos toca buscar todas las semanas toda la tecnología que inventan, la velocidad con la que la banca está trabajando es impresionante aquí en Colombia.

Quiero compartirles algunas cosas que vamos a hacer el año entrante. Lo primero, vamos a lanzar en las próximas semanas, algo que hemos llamado el Laboratorio de Innovación Financiera de los bancos y lo que queremos es trabajar muy intensamente en los estándares que como industria nos permitan que todo este proceso de transformación digital sea mucho más rápido y que la llegada de los nuevos jugadores también se haga de forma mucho más rápida. Estos son estándares para aumentar la velocidad, para acelerar el proceso. Después de muchas discusiones decidimos que el año entrante el primer proyecto con el que va a trabajar ese laboratorio, es en el estándar de identidad digital para autenticación, eso va a ser muy importante, si nosotros como país logramos definir un estándar de identidad digital podemos abaratar la originación de manera tal, que los productos de crédito y el conocimiento del cliente, y todo lo demás que hay que hacer por regulación ya sea competitivo y podamos llegar por esa población que todavía nos falta, ahí tenemos el apoyo de Visa, de Mastercard, del MIT, del Banco Mundial, nos acompaña la CAF, trabajamos muy intensamente, lo vamos a lanzar en las próximas semanas y eso es lo que esperamos que sea la conquista el año entrante.

También queremos mejorar las capacidades, cada vez que escucho la presentación del ministro o de cualquiera, las cifras siempre son las mismas. En Colombia todavía no tenemos universidades que estén en capacidad de formarnos en temas de economía digital, no estuvimos listos para lanzar una maestría en temas de economía digital con investigación y demás, eso era lo que queríamos, pero después de hacer un concurso con todas las universidades de Colombia, decidimos hacerlo como el proceso de inclusión financiera, paso a paso, y el primer paso es que vamos a lanzar un diplomado de talla mundial en temas de economía digital, el programa está buenísimo, los invito. Lo que hace la Asociación aquí más que conducir los contenidos, los contenidos los provee las universidades, es cerrar la brecha de mercado para indicar que el diplomado sea económicamente inviable para que exista y la idea es que después una universidad lo monte, las que perdieron la convocatoria del concurso, dijeron que de todas maneras lo iban a montar sin nosotros, nos pareció maravilloso, porque lo que queremos es que en Colombia haya investigación sobre estos temas, haya tesis; cuando los bancos tengan que mandar a un estudiante a hacer una maestría en analítica no lo tenga que mandar a universidades en el exterior sino que lo pueda mandar a la Javeriana, al Rosario, a la Universidad Nacional.

De igual forma lanzamos un grupo de trabajo de blockchain que tiene como gran propósito, no hemos definido cuál es el proyecto, la materialidad, llegar a lanzar una iniciativa en blockchain que sea transversal a toda la banca. Pero el propósito es que este grupo de trabajo que está a doble jornada, trabajando muy intensamente, pueda definir para el año entrante una iniciativa, vamos a trabajar todos, que podamos construir, montar y operar en esta tecnología.

Junto con la CCIT lanzamos una suerte de tanque de pensamiento que llamamos Integración y que lo que busca es preguntarse trimestre a trimestre, con distintos estudios, qué debe hacer Colombia en términos de sus disposiciones normativas, en términos de las acciones de los jugadores del sector privado para que el proceso de colaboración entre las Fintech y la banca tradicional sea mucho más fácil.

Cierro con la conclusión con la que comencé al principio, muchas gracias por invitarnos y quiero decirles que no hay nadie más feliz con lo que está pasando que la banca tradicional, todos trabajamos exactamente por lo mismo, muchas gracias.

 

NOTA DEL EDITOR:
Por lo importante de la conferencia y su contenido, a continuación publicaremos las diapositivas de toda la presentación de la conferencia.
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Ver notas:

Presentación de la conferencia de Jonathan Malagón González

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