Por Orlando Rojas Pérez – Hace años, la ciberseguridad era tema exclusivo de los pocos superexpertos que existían, ahora tenemos todos que enseñar y capacitar a todos los usuarios, no es una opción, es una obligación. En los años 80, los primeros virus de computador mostraban una pelota que rebotaba, rebotaba en los bordes de la pantalla, pero no hacía nada más que bloquear al computador. Ahora capturan nombres de ingreso y las contraseñas de cuentas de redes sociales en los computadores y teléfonos de los usuarios, de cuentas bancarias, encriptan y secuestran la información para exigir pagos exclusivamente en bitcoins, pero no siempre liberan la información ya que en ocasiones ni los mismos piratas pueden desencriptar la información. Pero lo más grave no es esto, es que entraron a la mayor base de datos de información crediticia en Estados Unidos de la empresa Equifax para robarse toda la información muy delicada de casi 200 millones de personas, simplemente los ingenieros no instalaron un parche de seguridad en un viejo servidor. Por imagen y para evitar el éxodo de clientes, los bancos se cuidan y no informan cuando los piratean, pero Yahoo también lo hizo con el tiempo reconoció que le habían robado toda la información de mil millones de usuarios, ahora en el 2017, reconoce que fueron tres veces más, es decir 3.000 millones de usuarios, los que su información está disponible por uno a diez dólares en la red oscura, donde se encuentra lo que no nos imaginamos. Cito solamente estos dos casos por considerarlos de alta gravedad, ya no tienen remedio, la información ya vuela por las redes y el daño que ya está hecho y no es nada para lo que falta, esos datos siguen circulando y los siguen vendiendo. La ciberseguridad fue una de las tareas para el año 2017, sin embargo los ataques llegaron, es un derecho fundamental de todos y ojalá se entienda pronto así.
El problema es universal, no es solamente de las grandes empresas, bancos o gobiernos, es también de ese usuario que después de ahorrar un semestre, acaba de comprar su primer teléfono inteligente, lo luce orgulloso, sin saber que esa inteligencia puede ser usada muy fácilmente por malandros, para convertirla en el peor enemigo del usuario, no solamente dormirá con su enemigo, pasará las 24x7x52 horas del año con el espía que contará lo que hace, lo que dice, a quien llama, sus datos bancarios, de compras y de impuestos. Por no hablar de su vida privada, que ya no lo es.
Ni hablar de lo catastrófico que sería que unos malandros se tomen el control de la torre de control de un aeropuerto, de un centro de control de sistemas SCADA- Centros Automáticos Supervisorios de Adquisición y Control de variables- de electricidad, gas, petróleo o acueducto.
LA GRAN URGENTE TAREA
La tarea es de todos, debemos educar a la gente para que no caiga en esas pescas milagrosas y entregue su información. No es responsabilidad solamente del Estado, de los privados, los desarrolladores de software, sistemas operativos y aplicaciones, de los fabricantes de equipos, de los proveedores de servicios de Internet o de los operadores. El objetivo debe ser enseñar y concientizar a las personas de todas las edades, niños, jóvenes, adultos y ancianos. Pero no debe ser una tarea de un día, una semana, un mes o un año, es una tarea diaria de ahora en adelante.
REGALO DE EVALUAMOS
Como regalo de Navidad 2017, Evaluamos se compromete a publicar periódicamente, guías sencillas de seguridad para todos, que serán entendibles y fáciles de aplicar.
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Ver nota:
Solamente 0,5% de los usuarios de Android ya usan Oreo, la última versión
La fragmentación crece y crece.
http://www.evaluamos.com/?home/detail/16237
